Ya hemos despedido a Alberto Sola, que pasará aún algunos días en Navarra antes de volver, a mediados de junio, a Venezuela. Le agradecemos de corazón estos días aquí: por removernos el corazón y la conciencia contándonos la realidad que vive, por animarnos a ser aún más solidarios, más misioneros/as, y por contagiarnos de su alegría (la de siempre) y su ánimo ante las dificultades.



Comentarios recientes